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viernes, abril 19, 2024

No hay que confundir a un niño inquieto con uno con trastorno por déficit de atención e hiperactividad

La actual popularización en la sociedad y en los medios de comunicación del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) puede llevar a confusiones de los padres, excesos de diagnóstico y tratamientos innecesarios o inadecuados. Los profesionales atienden en las consultas a niños cuyos padres piensan que son hiperactivos, cuando simplemente son inquietos o nerviosos y sólo necesitan unas pautas de educación.

Los Dres. Luis Caballero, jefe del Servicio de Psiquiatría de HM Hospitales, María Valeria Costarelli y Sara Izquierdo, psiquiatra y psicóloga del equipo Infanto-Juvenil, responsables del programa de Trastornos de Conducta Infantil, explican las diferencias entre un niño inquieto y uno con TDAH.

“El TDAH es un síndrome que se caracteriza por síntomas de inatención, hiperactividad motriz, impulsividad y suele empezar en la edad escolar, aunque no hay un patrón homogéneo de los síntomas. Por ejemplo, puede existir una falta de atención pero no una hiperactividad motriz”, declaran los expertos. Para el diagnóstico de TDAH, los síntomas deben darse en todos los ámbitos del niño, tanto en casa como en el colegio, y provocar un malestar psicológico, dificultades para la adaptación social y afectar al rendimiento académico. Asimismo, el TDAH puede cursar simultáneamente con otros trastornos psiquiátricos propios de la edad infantil, como los trastornos de conducta, emocionales o afectivos y de aprendizaje.

Por el contrario, el niño inquieto o nervioso no presenta dificultades en ninguno de estos ámbitos, se relaciona bien con los demás y también en el entorno familiar. Es decir, la diferencia principal es que no presenta un malestar psicológico significativo.

Diagnóstico y tratamiento
Aunque hay excepciones, el TDAH suele detectarse entre los 7 y 10 años porque es cuando empiezan a apreciarse las dificultades adaptativas y de rendimiento escolar del niño. En la edad preescolar lo más manifiesto del TDAH son los problemas de conducta; en la adolescencia, a la pérdida de estima personal y desajuste social se unen el consumo de drogas, alcohol e incluso problemas legales.

Los especialistas señalan que “una vez realizado el diagnóstico correcto y preciso, se indica un tratamiento personal e individualizado teniendo en cuenta las características del niño, su entorno familiar, social y escolar. Generalmente, los tratamientos combinados (abordaje psicoterapéutico individual y grupal, y terapia farmacológica) son los que tienen mejores resultados”.

Asimismo, estos niños necesitan apoyos especiales tanto en el colegio como en casa. El tipo de apoyo varía en función de las necesidades del niño, por lo que hay que coordinarse con los equipos de orientación del centro escolar para reforzar las áreas que el menor necesite.

El TDAH en la familia
El contexto familiar es fundamental para cualquier niño y adolescentes, y en pacientes con TDAH, la importancia es todavía mayor. Si las influencias entre los diferentes miembros de la familia son positivas, pueden ayudar a la buena evolución del niño. Desde el Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica de HM Hospitales se indica que el estilo educativo adecuado es aquel que asocia una disciplina clara y consistente con una afectividad positiva. Los menores con TDAH necesitan la guía y el apoyo de sus padres, pero responder adecuadamente a las necesidades, a la vez que manejar el mejor estrés y frustración que este trastorno produce en el entorno familiar puede suponer un reto lleno de dificultades. En muchas ocasiones resulta imprescindible el apoyo y orientación a los padres por parte de un profesional especializado.

“Ante la sospecha de que un hijo padezca TDAH, lo recomendable es llevarle al pediatra, que les informará sobre los pasos a seguir y a qué especialista acudir”, concluyen los expertos.

HM Hospitales
HM Hospitales está formado por diferentes hospitales médico-quirúrgicos privados, entre los que se incluyen el Hospital Universitario HM Madrid, el Hospital Universitario HM Montepríncipe, el Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares HM CIEC, el Hospital Universitario HM Torrelodones, el Hospital Universitario HM Sanchinarro, el Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC, el Hospital Universitario HM Nuevo Belén, el Hospital Universitario HM Puerta del Sur y el Centro Integral en Neurociencias A.C. HM CINAC, todos ellos con la mayor cualificación técnica y humana. En 2014 se integran, además, el Grupo Hospitalario Modelo, referencia indiscutible en A Coruña y en Galicia, formado por el Hospital HM Modelo y la Maternidad HM Belén, y el Instituto Médico Integral HM IMI Toledo.

Basado en un Decálogo y en el Juramento Hipocrático, dirigido por médicos y con el objetivo de ofrecer una medicina de calidad, basada en la asistencia, docencia e investigación, los diferentes centros de HM Hospitales se han dotado con una tecnología de vanguardia y cuentan con el personal mejor cualificado y más humano.

Todos los centros de HM Hospitales funcionan de forma integrada. Para ello, existe una estructura corporativa con servicios centralizados, así como diferentes herramientas informáticas de gestión integral. Esto permite una actuación complementaria y sinérgica de estructuras, servicios y equipamientos, con el máximo aprovechamiento de los recursos tecnológicos y humanos.

Más información: www.hmhospitales.com

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