La Comunidad da por extinguido el incendio del vertedero de neumáticos en Seseña, salvo en una pequeña área acotada por la autoridad judicial en la que la Guardia Civil realiza investigaciones. Se ha desactivado el Plan Territorial de Protección Civil que se mantenía desde el 13 de mayo, después de que la Dirección de Extinción del Cuerpo de Bomberos haya informado de que el incendio se da por extinguido en la práctica totalidad del vertedero.
Tras la extinción del incendio, la prioridad del Gobierno regional es retirar de manera inmediata los residuos generados por las llamas. Esta labor se ha encomendado a la empresa pública TRAGSA, cuyos operarios ya han realizado las primeras inspecciones en la zona.
Coordinación con Castilla-La Mancha
Desde el inicio del incendio, los efectivos del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad han trabajado ininterrumpidamente en las labores de perimetración y extinción del fuego. En total, en estos 25 días, se han contabilizado 970 presencias de efectivos de y 290 medios terrestres y aéreos, tanto operativos como de apoyo, logística y transporte de personal.
Todos los trabajos de extinción del incendio en el vertedero de Seseña se han desarrollado de forma coordinada entre la Comunidad de Madrid y la de Castilla-La Mancha, con reuniones diarias de las Direcciones de Extinción de ambas comunidades autónomas y una interlocución permanente.
Desde las 14,30 horas del 13 de mayo, momento en el que el incendio se dio por controlado y acotado, todos los trabajos se han desarrollado atendiendo a criterios de seguridad, tanto para los vecinos de las zonas cercanas como para los trabajadores de los servicios de emergencia; prudencia, para evitar que los trabajos de extinción aumentaran la densidad de las columnas de humo; y racionalización, para que las labores desarrolladas no incrementaran la contaminación del terreno y perjudicaran la investigación de la Guardia Civil.
Por toda estas razones, desde la Dirección del Operativo de Extinción de la Comunidad de Madrid se entendió que, una vez controlado el incendio, se justificaba razonable, técnica y profesionalmente que la extinción total pudiera alargarse algunas jornadas para asegurar los objetivos citados.
Primeras horas
A las 1,36 horas del pasado 13 de mayo, Madrid 112 recibe una primera llamada de un ciudadano, en dos minutos se movilizan medios desde los parques de bomberos en Parla, Aranjuez y Arganda, que posteriormente confirman la existencia de un incendio de grandes dimensiones en el vertedero de Seseña.
A las 6.30 horas, la Dirección General de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid activa Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad de Madrid en su nivel 1 (emergencia municipal que requiere respuesta coordinada por parte de la Comunidad), que se mantuvo 30 horas para, posteriormente, rebajarse al nivel 0, al estar el incendio controlado y no esperar una evolución negativa de las condiciones y el riesgo para los ciudadanos en la Comunidad de Madrid.
En los dos primeros días del incendio se celebraron sendas reuniones del comité asesor del PLATERCAM, presididas por la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, y el consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz, Ángel Garrido, con asistencia del consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, y de representantes de la Delegación del Gobierno en Madrid, Guardia Civil, SUMMA 112, Cuerpo de Bomberos de la Comunidad, Madrid 112, Agencia Estatal de Meteorología y Policía Local de Valdemoro.
Calidad del aire
Desde que se declaró el incendio, la Comunidad ha informado en tiempo real, a través de su página web, de las mediciones que ha realizado en toda su red de estaciones de calidad del aire, especialmente de las tres más cercanas al incendio, en Valdemoro, Aranjuez y Villarejo de Salvanés, así como de la estación móvil desplazada a Ciempozuelos y del dispositivo de medición instalado por el Instituto Carlos III en Aranjuez.
Los datos recogidos señalan que, salvo picos puntuales de determinadas sustancias como el benceno, que se han producido de manera esporádica (por ejemplo, por un cambio en la dirección del viento) y en un escaso intervalo horario, las mediciones realizadas durante todas las jornadas no han presentado anomalías significativas en las concentraciones de los contaminantes medidos y que pueden achacarse al incendio. Se han analizado los niveles de dióxido de nitrógeno, ozono, partículas, monóxido de carbono, dióxido de azufre y benceno.