La propuesta de la Mesa de Contratación para la adjudicación del nuevo contrato de recogida de basuras en el municipio, que permitiría resolver la precariedad con la que se presta en la actualidad este servicio esencial para la ciudadanía, no salió adelante al votar en contra los ocho ediles del Grupo Municipal Socialista presentes en la sesión ordinaria del 25 de noviembre.
El voto a favor de los seis integrantes del Equipo de Gobierno (C’s) y la abstención del resto de grupos municipales (MMV, Vox y PP) no fue suficiente para aprobar este trámite que contaba con un dictamen favorable de la comisión informativa, el informe positivo de los técnicos, del secretario y del interventor, así como con los parabienes del Tribunal Administrativo de la Contratación Pública de la Comunidad de Madrid.
Esta era la cuarta vez que el expediente para la contratación de la gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) pasaba por Pleno y la primera en la que recibió un voto en contra. Tanto el inicio del procedimiento (27 de febrero de 2020) como los pliegos técnicos y administrativos (29 de octubre de 2020), la propuesta de clasificación de las licitadoras según la puntuación obtenida y el requerimiento de la documentación necesaria a la empresa situada en primer lugar -Alfonso Benítez SA y Servicios Especiales de Limpieza, por un importe de 36.638.089,40 euros- (13 de septiembre de 2021) recibieron el beneplácito de la Corporación.
A lo largo de todo el proceso de concurso ningún grupo municipal ha realizado preguntas a los técnicos en las comisiones informativas, ni ha presentado alguna enmienda al expediente o a las condiciones técnicas o administrativas; tampoco se propuso una alternativa, ni se planteó recurso, ni mostró su rechazo con un voto negativo.
Las estipulaciones para este nuevo contrato de ocho años de duración incluye, entre otras, la obligación de realizar una inversión de seis millones de euros para la renovación de contenedores y maquinaria; la previsión de ampliación de la prestación a los barrios nuevos; recogidas especiales en Navidad y otras festividades; la incorporación de un servicio puerta a puerta para la recogida de papel y cartón en comercios y negocios; la retirada individualizada de residuos voluminosos a petición de la ciudadanía, así como de restos de obra y otros vertidos abandonados; la utilización de contenedores de carga superior para simplificar el vaciado y la limpieza de estos depósitos semanalmente en verano y quincenalmente en invierno.
Los ocho años de contrato y el hecho de considerarlo insuficiente son las razones que esgrimió el portavoz socialista para oponerse al trámite de adjudicación, a lo que la portavoz del Gobierno responde:
«en el inicio de expediente que aprobó el Pleno sin ningún voto en contra ya estaba reflejado el periodo para el que se licitaba el servicio; en las cláusulas de los pliegos técnicos y administrativos figuraban claramente los requisitos y también los respaldó el Pleno sin votos en contra, y toda la Corporación conocía los pormenores de la propuesta cuando el Pleno dio vía libre para solicitar a la empresa la documentación necesaria para cerrar definitivamente el trámite».