El Alcalde de Móstoles, Daniel Ortiz, ha dado a conocer la puesta en marcha de un programa de huertos urbanos ecológicos, como una alternativa de ocio saludable para aquellos vecinos que se interesen por la agricultura tradicional y ecológica.
Para Daniel Ortiz, “además de propiciar una alternativa de disfrute y entretenimiento personal para los usuarios de los huertos (que podrán cultivar de manera tradicional, y sin productos químicos, diversos alimentos hortofrutícolas para su autoconsumo); pretendemos, asimismo, el fomento de valores sociales como puedan ser la sensibilización ambiental, el respeto hacia el entorno, el desarrollo sostenible, la gestión racional de los recursos naturales, la alimentación sana, el consumo responsable y la participación ciudadana” .
Huertos urbanos ecológicos
Móstoles quiere apostar por las políticas locales para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y la conservación del patrimonio natural, a través de herramientas para promover la recuperación de la biodiversidad en su territorio.
El cultivo de un huerto ecológico, es mucho más sencillo de lo que en principio podría parecer, y lo más interesante es que no sólo es una forma de obtener alimentos frescos y saludables, sino que termina convirtiéndose en un espacio de disfrute y sana relación con la naturaleza.
El huerto aporta la oportunidad de realizar tareas creativas, de experimentar y descubrir nuevas cosas, de hacer sano ejercicio, de comer alimentos saludables, de regalar a familiares y amigos, de respirar aire fresco y de disfrutar plenamente de la vida.
En el huerto ecológico el verdadero aprendizaje surge como resultado de la práctica cotidiana, a través de continuas pruebas y ensayos, a veces con errores, casi siempre con gratificantes aciertos.
La práctica del cultivo ecológico ayuda a mantener e incluso aumentar la fertilidad de la tierra Además de obtener plantas, conseguimos espacios llenos de biodiversidad, mejoramos y potenciamos los espacios verdes de nuestra ciudad.
Por otro lado, los huertos, obligan a hacer ejercicio físico y «salvan» un vacío entre las generaciones que vivieron de la tierra y las que lo compran todo empaquetado.
Suponen una magnifica alternativa de ocio saludable, y un espacio para compartir entre abuelos y nietos, y aprovechar momentos de ocio para aprender de la experiencia de los mayores.